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Victoria importantisima del Real Madrid ante la Real Sociedad

El Real Madrid consiguió su primera victoria a domicilio, aunque sin convencer del todo, en un partido que, en términos de fútbol, dejó más dudas que certezas. A pesar de no haber mostrado una mejora significativa respecto a sus actuaciones ante el Mallorca o Las Palmas, el equipo de Carlo Ancelotti logró mantenerse en la persecución del Barcelona gracias a su efectividad desde el punto de penalti.

Vinicius Jr. y Kylian Mbappé, a pesar de estar lejos de su mejor versión, fueron los encargados de marcar los goles que dieron los tres puntos a un Madrid aún en construcción.

Un triunfo sin fútbol

El partido en Anoeta estuvo marcado por el dominio de la Real Sociedad en gran parte del encuentro. El equipo de Imanol Alguacil mereció mejor suerte, mostrando una presión intensa y generando más ocasiones que su ilustre rival. Tres remates al poste y una constante sensación de peligro sobre la portería de Thibaut Courtois dejaron en evidencia a un Real Madrid que sigue sin encontrar su mejor versión futbolística. Sin embargo, la falta de contundencia de los locales, combinada con las decisiones arbitrales y la pegada de los blancos, marcaron la diferencia en el marcador.

A pesar de la victoria, la falta de dominio del Madrid es preocupante. Ancelotti no ha dado con la fórmula para que su equipo funcione con fluidez. El entrenador italiano jugó al despiste en la previa, insinuando la duda entre Brahim Díaz y Arda Güler. Finalmente, ambos fueron titulares, pero la apuesta solo duró 20 minutos, hasta que Brahim se retiró lesionado. Rodrygo, que entró en su lugar, no logró cumplir con las exigencias tácticas del técnico, dejando al equipo sin un esquema claro durante gran parte del primer tiempo.

Una Real Sociedad superior, pero sin premio

La Real Sociedad, por su parte, mostró una mejor versión que en partidos anteriores. Con Nayef Aguerd consolidándose en el centro de la defensa y el joven Luka Sucic en el mediocampo, el equipo donostiarra logró imponer su estilo, sobre todo gracias a la actuación estelar de Martín Zubimendi, quien organizó a sus compañeros y aprovechó las debilidades del Madrid en la salida del balón. Dos recuperaciones de balón de la Real derivaron en dos oportunidades claras, ambas estrelladas en la madera: la primera de Sucic y la segunda, en un mano a mano entre Becker y Courtois que terminó en el larguero.

A pesar de su buena actuación, la Real no pudo convertir ese dominio en goles, y su falta de acierto en los momentos clave fue una de las razones de su tercera derrota consecutiva en casa, un síntoma de un equipo que aún no ha recuperado la solidez que le caracterizó en la temporada pasada.

El despertar de Vinicius y Mbappé

Cuando el Madrid no tiene juego, se espera que al menos aparezcan las individualidades. Y aunque Vinicius Jr. sigue sin alcanzar su mejor versión, fue decisivo desde el punto de penalti. Tras una jugada trabajada por la banda derecha, Mbappé retrocedió el balón para Arda Güler, quien disparó con potencia, pero encontró la mano despegada de Sergio Gómez. El árbitro señaló penalti tras revisar el VAR, y Vinicius no falló. Su celebración, llevándose el dedo a los labios y señalando el escudo, no pasó desapercibida para la grada de Anoeta, acostumbrada ya a la polémica con el brasileño.

La Real no se rindió, buscando el empate con varias llegadas peligrosas, pero Courtois y la defensa blanca resistieron. Fue entonces cuando Mbappé volvió a ser protagonista. En un contragolpe, el francés desbordó con velocidad y potencia a Aramburu, aunque en su primer intento no pudo batir a Remiro. Sin embargo, en la siguiente jugada, Vinicius atrajo a los defensas dentro del área y sufrió un pisotón de Aramburu, que el árbitro pasó por alto inicialmente, pero fue señalado tras la revisión del VAR. Esta vez, Mbappé fue el encargado de ejecutar la pena máxima, y lo hizo con frialdad, sellando el definitivo 0-2.

Un Madrid que sigue buscando su identidad

El triunfo del Real Madrid le permite seguir al acecho del Barcelona en la pelea por la liga, pero las sensaciones no son las mejores. El equipo de Ancelotti carece de juego, y sus estrellas, aunque resuelven partidos, no pueden ser la única fórmula para competir en todas las competiciones. Mientras tanto, la Real Sociedad atraviesa un proceso de reconstrucción que Imanol tendrá que gestionar con paciencia, pero la falta de gol y consistencia le están pasando factura.

El próximo reto para el Madrid será encontrar la fórmula para mejorar su juego colectivo, porque la pegada no siempre será suficiente para conseguir los resultados que exige una temporada tan larga y competitiva.

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