Carlo Ancelotti lo ha dejado claro: antes del parón internacional, el Real Madrid no escatimará esfuerzos. La premisa es sencilla, pero crucial: ganar y convencer. Tras unas primeras jornadas en las que el equipo ha mostrado ciertas debilidades, especialmente en la generación de ocasiones y la solidez defensiva, este partido contra el Real Betis se presenta como una prueba de fuego para los merengues.
El regreso de los imprescindibles
Después de un leve respiro para algunos jugadores, se espera que Carvajal y Rodrygo retornen al once inicial. La ausencia de Rodrygo frente a Las Palmas dejó un vacío que Ancelotti no quiere volver a experimentar. En la zaga, Carvajal vuelve para reforzar una defensa que ha mostrado grietas preocupantes. Es evidente que el técnico apuesta por un “once de gala” en el que toda la carne está en el asador.
La incógnita en el mediocampo
Sin embargo, no todo está definido. Tchouameni y Valverde parecen fijos en la medular, pero la tercera plaza en el centro del campo sigue siendo una incógnita. Güler, a pesar de su actuación discreta frente al Valladolid, cuenta con la confianza del cuerpo técnico. Este partido podría ser su oportunidad para demostrar que tiene la calidad necesaria para convertirse en un pilar del equipo.
Urgencia por convencer
Más allá de la victoria, el Real Madrid necesita ofrecer una actuación convincente. Los aficionados y críticos esperan ver un equipo sólido, compacto y, sobre todo, efectivo. Con la presión de un inicio de temporada titubeante, Ancelotti sabe que no basta con ganar; el equipo debe mostrar una mejora sustancial en su juego.
Este encuentro ante el Betis no es solo un partido más; es un examen para un Real Madrid que busca recuperar la solidez y la confianza antes de un crucial parón internacional. ¿Será suficiente el once de gala para superar este desafío?
