El Real Madrid más sólido de la temporada consiguió una valiosa victoria ante el Villarreal, aunque el triunfo se vio empañado por la dolorosa lesión de Dani Carvajal, quien tuvo que abandonar el campo en los minutos finales tras un impactante grito que silenció el Santiago Bernabéu. Los blancos dominaron gran parte del encuentro, mientras que el Villarreal apenas generó peligro, salvo en los minutos iniciales y finales del partido.
El equipo de Carlo Ancelotti mostró su mejor versión en lo que va de campaña, apoyándose en un equilibrio táctico impecable y momentos de brillantez individual. Camavinga y Valverde sobresalieron en el centro del campo, mientras que Vinicius Junior fue el encargado de poner la guinda con un gol espectacular. Un remate desde media distancia del brasileño fue suficiente para liquidar a un Villarreal que, aunque llegaba como tercer clasificado de LaLiga, se vio superado por la intensidad y organización de los merengues.
La peor noticia para el madridismo fue, sin duda, la lesión de su capitán Carvajal. El lateral derecho, que estaba realizando una gran temporada, se desplomó en el descuento tras un choque con Yeremy Pino, dejando al estadio en vilo tras sus desgarradores gritos. Ahora, el club espera los resultados de las pruebas médicas para determinar el alcance de la lesión, cruzando los dedos para que no sea grave.
Ancelotti apuesta por el equilibrio
Tras la derrota en Champions, Ancelotti apostó nuevamente por el 4-4-2, manteniendo a Tchouaméni como central y dando la titularidad a Luka Modric en el centro del campo. El croata, que había sido extrañado en el encuentro ante el Lille, fue la gran novedad en el once titular, aportando ese criterio y experiencia tan necesarios en un partido de alta exigencia. El Villarreal, que llegaba con bajas importantes pero con un inspirado Álex Baena, fue el último equipo en ganar en el Bernabéu, pero esta vez no pudo repetir la hazaña.
El Villarreal comenzó amenazando con su plan de ataque. Pépé y Baena eran los encargados de generar peligro, con el primero buscando profundidad y el segundo las diagonales hacia el centro. De hecho, la primera gran ocasión del partido llegó en una combinación entre ambos, con Pépé colándose por la banda y sirviendo un centro a Baena, que disparó sin éxito. No obstante, el Madrid respondió rápidamente y, tras un saque de esquina, Valverde remató con fuerza, golpeando en Baena y desviando el balón al fondo de la red para adelantar a los locales.
Vinicius, pura chispa
El gol asentó al Madrid y, a partir de ese momento, Vinicius Junior se adueñó del partido. El brasileño fue un tormento constante para Kiko Femenía, a quien superó repetidamente en el uno contra uno. Vinicius tuvo hasta tres oportunidades claras para aumentar la ventaja, pero el portero Diego Conde evitó en dos ocasiones lo que parecía un gol cantado, demostrando una gran agilidad bajo los palos.
El descanso no cambió la dinámica del partido. El Madrid mantuvo su presión alta, mientras que el Villarreal trataba de romper esa presión con la visión y el toque preciso de Parejo, aunque sin lograr generar demasiado peligro. Valverde fue el motor del equipo blanco, con un despliegue físico imponente, y terminó siendo clave al recuperar el balón en la jugada que culminó con el gol de Vinicius, quien soltó un cañonazo imparable desde 30 metros para sentenciar el partido.
Un final amargo
El Villarreal intentó reaccionar en los minutos finales, especialmente desde el costado de Ilias, pero ni Gueye ni Barry lograron descontar. Vinicius, que terminó tocado, fue reemplazado, y Bellingham asumió la responsabilidad en ataque como falso 9.
Sin embargo, los minutos finales estuvieron marcados por la tragedia cuando Carvajal se lesionó de gravedad, dejando una imagen desoladora que apagó el ánimo en el Bernabéu. El lateral, visiblemente afectado, abandonó el campo entre lágrimas, despedido por una ovación mientras los madridistas deseaban que no fuera una lesión grave.
Tres puntos importantes para el Real Madrid, que refuerzan su liderato, pero que dejan un sabor amargo debido a la posible baja prolongada de uno de sus líderes más carismáticos.
