El Real Madrid ha sufrido su primer tropiezo de la temporada y su segunda derrota en lo que va de año, desde aquel revés en la Copa del Rey contra el Atlético de Madrid el 18 de enero. Esta vez, la caída llegó en la Champions League ante un Lille que supo aprovechar los desajustes defensivos del equipo de Carlo Ancelotti.
Aunque los merengues intentaron reaccionar en los minutos finales, tres grandes paradas del portero Chevalier evitaron el empate y consolidaron una victoria de prestigio para los franceses.
A pesar de que el Real Madrid no comenzó mal, Endrick tuvo su oportunidad como titular, como había prometido Ancelotti, aunque llegó en la Champions y no en otro contexto. El regreso de Camavinga al once permitió a Ancelotti formar un 4-4-2, buscando el equilibrio que les había llevado al éxito la pasada temporada. Durante los primeros minutos, el equipo blanco mantuvo líneas firmes, pero el Lille se mostró valiente y, liderado por un inspirado Zhegrova, comenzó a generar peligro. Camavinga, pese a su buen rendimiento inicial, cometió un penalti que permitió a David adelantar a los franceses al borde del descanso.
El segundo tiempo trajo cambios rápidos para los blancos, con Mendy quedándose en el vestuario tras un error que provocó el penalti, y la entrada de Mbappé y Modric en busca de soluciones. Aunque el Madrid logró controlar mejor el balón, les costó generar peligro real. Solo en los minutos finales, bajo la dirección de Modric, llegaron las ocasiones, pero ahí fue donde emergió la figura de Chevalier, que salvó tres ocasiones claras de gol para mantener la ventaja del Lille. El Real Madrid cae y se encuentra en una situación delicada en la Liga de Campeones.
