Arda Güler vive una paradoja en el Real Madrid que evidencia su delicada situación en el club blanco. A pesar de llegar con el cartel de estrella en Turquía y de ser una promesa que deslumbró en sus primeros pasos en España, el joven centrocampista turco ha visto cómo su participación en el equipo se ha reducido drásticamente.
En los últimos tres encuentros, Güler apenas ha jugado un minuto: frente a Barcelona, Borussia Dortmund y Celta de Vigo. En total, solo 35 minutos en los últimos seis partidos. Un frenazo en seco para un jugador que prometía brillar desde su llegada.
Desde el inicio de la temporada, el técnico Carlo Ancelotti ha mantenido una postura firme: Güler no ha logrado afianzarse en un equipo plagado de talento y competencia feroz.
Aunque el turco fue titular en tres partidos durante la primera mitad de la campaña, contra Valladolid, Real Sociedad y Espanyol, su protagonismo ha decaído, y la esperada oportunidad de despegar parece aplazarse hasta el arranque de la Copa del Rey en enero, donde el Madrid debutará en dieciseisavos.
Ancelotti y la competencia feroz
Ancelotti ha sido claro en sus explicaciones. “Tiene competencia y no es sencillo buscar espacio en el once de este Real Madrid”, justificó el entrenador italiano hace poco. Aunque Güler ha tenido más minutos que en la temporada pasada, donde debutó recién en el 26º partido del curso ante la Arandina, la percepción de que sigue sin un papel relevante persiste. De hecho, el talentoso centrocampista acumula solo 292 minutos en el presente curso, ubicándose entre los jugadores con menor tiempo de juego en la plantilla, aunque por delante de nombres como Brahim Díaz, Endrick y Dani Ceballos, quienes han sufrido lesiones prolongadas.
El reto de convertirse en interior
La clave para Güler podría estar en adaptarse al esquema de Ancelotti como interior, una posición que exige más trabajo físico y compromiso defensivo, además de la capacidad de generar juego entre líneas. “Arda Güler puede jugar como interior”, comentó Ancelotti antes del enfrentamiento contra el Stuttgart. “Necesitamos entrenarlo en esa posición, pero tiene las características físicas y técnicas para hacerlo”, añadió. Sin embargo, la competencia es feroz, con jugadores de la talla de Mbappé, Vinicius, Rodrygo, Brahim y Endrick ocupando la delantera y las zonas de ataque.
Un oasis llamado selección turca
Mientras lucha por un sitio en el Madrid, Güler encuentra consuelo cada vez que se viste de la selección nacional. A sus 19 años, es pieza fundamental en el esquema de Vincenzo Montella. Durante el parón de octubre, el turco se lució con un gol y una asistencia vitales para la remontada ante Islandia. Su rol protagónico en Turquía, donde ha jugado 16 partidos y sumado tres goles y seis asistencias, contrasta de forma notable con su papel en el Madrid.
Este doble escenario, donde brilla con su selección y se diluye en la élite del Real Madrid, marca el desafío inmediato para Güler. Con el talento innegable y la presión de un público que ansía verlo triunfar, el joven turco tendrá que esperar a enero y a la Copa para, quizás, empezar a cambiar su destino en la Casa Blanca.