El Real Madrid se marchó de Mestalla con los tres puntos, consolidándose como líder de LaLiga, pero la forma en que lo logró dejó a todos sin aliento. Fue un partido de adversidades, con un inicio titubeante, un gol en contra, un penalti fallado, un tanto anulado por fuera de juego milimétrico y una controvertida expulsión de Vinícius Jr. tras la intervención del VAR. Sin embargo, el equipo merengue mostró carácter y resiliencia, liderado por un Jude Bellingham estelar, que transformó la agonía en gloria con una actuación digna de un rey.
Un Valencia renovado complica el camino
Desde el pitido inicial, Mestalla fue un hervidero. Tras un emotivo reconocimiento del Valencia al Real Madrid por su apoyo en la reciente DANA, el equipo local demostró ser mucho más que el colista de jornadas anteriores. Carlos Corberán, con un planteamiento táctico audaz, sacó lo mejor de los suyos. Con Luis Rioja como falso lateral y Dimitri Foulquier alternando posiciones en ataque, el Valencia se mostró sólido y dinámico, muy diferente al equipo que había dejado dudas bajo el mando de Baraja.
El Valencia dominó los primeros 30 minutos, forzando a Thibaut Courtois a desplegar su mejor repertorio. El belga detuvo un doble remate a Hugo Duro y un mano a mano con Foulquier, pero no pudo evitar el tanto de Javi Guerra tras un rechace que dejó el balón servido para el delantero. En ese momento, los locales se adelantaban en el marcador, haciendo valer su energía y ambición.
El Madrid, entre sombras y polémicas
El equipo de Carlo Ancelotti intentó reaccionar, pero su fútbol carecía de claridad. Más allá de algunos destellos individuales de Bellingham, las oportunidades claras fueron escasas. Un cabezazo de Rodrygo y poco más fue el saldo ofensivo en una primera mitad frustrante para los merengues.
El segundo tiempo estuvo marcado por la controversia. En una jugada dentro del área, Vinícius fue desestabilizado tras un despeje y respondió con un empujón leve a Dimitrievski, quien lo había provocado. Tras la revisión del VAR, el árbitro Muñiz Ruiz mostró la roja directa al brasileño, dejando al Madrid con uno menos y reavivando la polémica arbitral en torno al equipo blanco.
La magia de Bellingham y Modric obra el milagro
Con desventaja en el marcador y en número, todo parecía perdido para el Madrid. Sin embargo, la entrada de Luka Modric fue un punto de inflexión. El croata, el goleador más veterano en la historia del club, mostró que la clase no tiene fecha de caducidad. Asociándose con Bellingham en una jugada de pura calidad, logró el empate tras un remate impecable en espacios reducidos. Mestalla quedó en silencio.
Con el 1-1 en el marcador, el Valencia, que hasta entonces había sido un muro defensivo, comenzó a flaquear. El Real Madrid, fiel a su ADN competitivo, detectó la oportunidad y aumentó la presión. En el minuto 95, un error en la salida del Valencia dejó el balón en los pies de Bellingham. Esta vez, el inglés no falló. Con sangre fría, definió junto al palo para sellar una remontada épica y poner el 1-2 definitivo.
Una victoria que pudo cambiar en el último suspiro
El partido aún guardaba una última emoción. Luis Rioja, en una acción individual magistral, dejó atrás a dos defensores y lanzó un disparo que parecía destinado a la escuadra. Pero el travesaño decidió negarle la gloria al Valencia, dejando al Madrid con el triunfo y los aplausos para un monumental Jude Bellingham.
Conclusión: Bellingham, la estrella de LaLiga
Con esta victoria, el Real Madrid se mantiene firme en la cima de la clasificación. La figura de Jude Bellingham brilla con luz propia, no solo por su talento, sino por su carácter en momentos clave. Mestalla fue testigo de otra noche histórica para un equipo que nunca deja de creer y para un futbolista que se perfila como la gran estrella de la temporada.